Sibutramina un medicamento muy
utilizado anteriormente, hoy suspendido.
Por: Dr. Amilcar Joseph.
El
tratamiento farmacológico muy lejos de
obtener éxito en el tratamiento de la obesidad sin efectos secundarios;
sibutramina un medicamentó más que se retira del mercado.Hoy en día la obesidad es una de las enfermedades con mayor prevalencia en el país, y aunque diversas instituciones de salud pública dirigen varios programas enfocados directamente a la prevención hoy por hoy sigue siendo insuficiente. Realmente existe poco personal del área de la salud capacitado para enfrentar este tipo de padecimientos y complicaciones, en el sector público no existen equipos multidisciplinarios encargados de realizar tratamientos de calidad. Es más, por el contrario podemos observar como personal del área de la salud (Médicos, Enfermeras, Odontólogos, incluso Nutriólogos) presentan sobre peso y obesidad. Sucede exactamente lo mismo en el personal encargado de implementar la activación física.
La sibutramina ampliamente utilizada en México y el mundo,
debido a su efectividad en el tratamiento enfocado a la reducción de peso ha
mostrado sus efectos adversos y está estrictamente prohibido prescribirla
debido a la magnitud de sus
efectos secundarios. Desde un punto de vista clínico, todos los medicamentos
tienen efectos colaterales, pero cuando se trata de un factor de riesgo para
accidentes cerebrovasculares es demasiado serio y tiene que ser retirado del mercado inmediatamente como es
el caso de la sibutramina empleada en el tratamiento de la obesidad
actualmente.
Ciertamente existe demasiada complejidad en el tratamiento de la obesidad y es
preocupante analizar las estadísticas de salud pública en el país, dentro de
las cuales la obesidad ocupa un lugar preponderante. También es cierto que
actualmente existen muchos tipos de tratamientos desde fármacos con bases
científicas, hasta productos milagro promocionados frecuentemente en televisión,
y por supuesto los efectivos pero difíciles de hacer y mantener: la dieta y el
ejercicio.
La falta de disciplina en pacientes con obesidad ha llevado
a los especialistas a dejar a un lado la actividad física y buscar en los
medicamentos un tratamiento alternativo o complementario, principalmente a esto
se debe el auge de la medicina alópata y homeópata en el tratamiento de la
obesidad. El control de la dieta tampoco ha funcionado muy efectivamente, dado
que nuestra dieta está basada principalmente en un alto contenido de grasas y
carbohidratos.
El tratamiento farmacológico constituye una de las opciones más
serias en el tratamiento de la obesidad, muchos fármacos se han mostrado
bastante efectivos en el tratamiento, pero considerando sus efectos colaterales
en otros sistemas del organismo humano es vital reconsiderar su uso en el
tratamiento para bajar de peso.
Inicialmente la sibutramina fue desarrollada como un
antidepresivo, ineficaz para su objetivo de desarrollo, pero altamente útil en
la inhibición del apetito, por lo tanto eficaz como tratamiento para reducción
de peso. Múltiples estudios clínicos reafirmaron su eficacia en el tratamiento
de la obesidad, ensayos controlados aleatoriamente mostraron sus propiedades en
personas que mes a mes bajaron de peso, hasta que sucedió lo inevitable, la
aparición de efectos adversos.
Primeramente se noto un aumento de presión arterial y
frecuencia cardiaca, lo que necesariamente obligo a realizar estudios clínicos
y estadísticos, los resultados desalentadores completamente, evidenciaban un
aumento de complicaciones cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
El tratamiento con medicamentos es una opción con
limitaciones, los efectos secundarios aunado al efecto rebote cuando se
interrumpe la administración hace de su uso una opción cada vez menos
atractiva, aunque aún mantienen su popularidad gracias a las campañas de
mercadotecnia.
La
sibutramina es uno de los muchos ejemplos de fármacos fracasados en el tratamiento de la obesidad y
sobre peso, generalmente los fármacos suelen ser efectivos para el objetivo que
fueron desarrollados en el laboratorio, aunque siempre con mínimos efectos
secundarios en la población en general, altas dosis siempre pueden generar
toxicidad, lo ideal es la administración de medicamentos bajo supervisión
médica y evitar la automedicación.
Dr. Amilcar Joseph Serrano
Flores.
Facultad de Odontología. UNAM,
CU.
Especialista médico-odontológico y deportivo, con una
experiencia editorial que incluye más de 70 artículos publicados. Además de una
gran trayectoria deportiva y múltiples conferencias impartidas.
Especialista en atletismo
nacional e internacional, fisiología deportiva.
Atleta desde los 13 años, ex
integrante del equipo de atletismo de la UNAM.
Especialista de la revista
Diabetes, Radar Editores.
Especialista de la revista Club
de Corredores, Radar Editores.
Especialista de la revista electrónica
R. http://www.revistaerre.com/nosotros.htm
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